Vivir en Caimari: autenticidad y tranquilidad en el corazón de la Serra de Tramuntana
- Jorge Cifre
- 24 jun 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept

El acogedor pueblo de Caimari, situado en la falda de la Serra de Tramuntana, es uno de esos rincones de Mallorca que conquista a primera vista. Con apenas un millar de habitantes, este pequeño enclave se ha convertido en un lugar muy deseado por quienes buscan combinar la autenticidad de la vida rural con la comodidad de tener todos los servicios a mano.
Un pueblo con esencia mallorquina
En Caimari predominan las casas de piedra mallorquinas, perfectamente conservadas y llenas de encanto. Pasear por sus calles estrechas y empedradas es viajar en el tiempo: fachadas con persianas verdes, balcones con flores y un ambiente sereno que transmite calma. Aquí no hay prisas, y cada rincón invita a disfrutar del estilo de vida mediterráneo más auténtico.
El pueblo cuenta con pequeños comercios para el día a día, cafeterías con terrazas soleadas, restaurantes donde degustar cocina tradicional, farmacia, colegio y otros servicios básicos. Además, en apenas 5 minutos en coche se llega a Inca, la tercera ciudad más grande de Mallorca, donde encontrarás una amplia oferta de supermercados, centros de salud, colegios internacionales, tiendas y ocio.

Un paraíso para ciclistas y amantes de la naturaleza
Gracias a su acceso directo a Lluc, Caimari es un punto de referencia para cicloturistas de todo el mundo. La carretera que asciende hacia el monasterio de Lluc es una de las rutas más emblemáticas de la isla, tanto para entrenamientos profesionales como para ciclistas aficionados que disfrutan del paisaje montañoso.
Pero no solo los ciclistas encuentran aquí su paraíso. Vivir en Caimari significa rodearse de naturaleza virgen: olivares centenarios, senderos que conectan con la Serra de Tramuntana y caminos rurales bordeados por paredes de piedra seca, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La tradición olivarera: el alma de Caimari
Uno de los símbolos más conocidos del pueblo es la Tafona de Caimari, un molino de aceite que se ha convertido en emblema de su historia olivarera. Cada año, durante la Fira de l’Oliva, Caimari recibe a cientos de visitantes que celebran la tradición del aceite de oliva mallorquín, con degustaciones, mercado artesanal y actividades culturales. Esta cita es una de las más esperadas del calendario local.
Turismo rural con encanto
En los últimos años, Caimari se ha consolidado como un destino de turismo rural de calidad. Aquí predominan los pequeños hoteles boutique y agroturismos rodeados de naturaleza, ideales para quienes buscan desconexión total y experiencias auténticas lejos del turismo masivo de la costa. Esta oferta ha atraído tanto a visitantes internacionales como a familias y profesionales que han decidido establecer su residencia en Caimari para disfrutar de un ritmo de vida más tranquilo.
Bien comunicado y rodeado de lugares con historia
Vivir en Caimari no significa estar aislado. Todo lo contrario: el pueblo está estratégicamente ubicado en el corazón de Mallorca. A pocos minutos encontramos:
Lluc, con su monasterio y rutas de senderismo.
Binibona, una encantadora aldea rural.
Selva y Mancor de la Vall, pueblos con carácter propio.
Inca, ciudad de referencia por su industria del cuero y su gran mercado semanal.
Y si lo que buscas es estar cerca del mar, en apenas 30 minutos en coche puedes llegar a Pollença, Alcúdia o Playa de Muro, con algunas de las mejores playas y calas de la isla.
Vivir en Caimari: calidad de vida en estado puro
El entorno rural, el ambiente acogedor y la cercanía a la montaña hacen de Caimari un lugar ideal para vivir en paz y armonía con la naturaleza. Sus olivares centenarios, sus caminos silenciosos y sus vistas a la Serra de Tramuntana enamoran a quienes lo visitan por primera vez.
Tanto si buscas un hogar permanente como una segunda residencia en Mallorca, Caimari es una opción perfecta para quienes valoran la tranquilidad, la autenticidad y la calidad de vida.
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